miércoles, 31 de octubre de 2007

Los burócratas, Correa y el día de las brujas en Ecuador

Me llegó la noticia de que Rafael Correa prohibió, dispuso, pidió, exigió que los funcionarios públicos no celebren la fiesta del día de las brujas o halloween. (se dieron cuenta de esa vena de narrador deportivo para decir una misma cosa con cuatro palabras diferentes, ¿eh?)
El pedido del presidente fue, como todo lo que sale de su boca, recibido para la polémica... que es un país libre, que la Constitución ampara la libertad de decisión y un montón de etcéteras.
Me pregunto una cosa, en realidad me la cuestioné luego de que un amigo me dejó con la inquietud, ¿qué carajo tienen que celebrar los burócratas una fiesta que para empezar es para los niños y para seguir es extranjera?
A primera mano Correa tiene la razón... es un día normal para que muchas de las brujas de las burócratas y los espantosos servidores públicos se dediquen a trabajar, total se les paga para eso.
Segundo, no creo que sea muy desmedido que el presidente pida que se recuerde que es el día del escudo nacional y se les enseñe eso a los niños.
No soy patriotero, no lloro escuchando a JJ ni me visto de amarillo-azul-y-rojo cuando juega la selección, pero considero que los ecuatorianos le tenemos poco amor al país y eso se puede superar enseñando a los niños algo de esta tierra que queda en el pupo del mundo.
Cuando era niño (sí, hace fuuuuú) me acuerdo que el último día de octubre se comenzaba en la casa de mis abuelas a preparar la colada morada, tradición que Correa y los burócratas deberían impulsar, y comenzaban a vender las guaguas de pan, oferta que luego varió a “guaguas de pan con su nombre”.
En fin, al hablar de la colada morada y de las guagas de pan me entró hambre, así que les dejo con la pregunta inicial, ¿qué carajo tienen que celebrar los burócratas una fiesta que para empezar es para los niños y para seguir es extranjera?
Si alguien tiene una respuesta, se agradece

1 comentario:

observador dijo...

Claro que los burócratas no deben dejar de trabajar para disfrazarse. A mi lo que me preocupa es que se empiezen a prohibir cosas, hoy es el día en que los pelados se disfrazan, mañana quién sabe.