Pocos días después de que un catalán agredió a una menor ecuatoriana en el metro de Barcelona la solidaridad, que es la ternura de los pueblos, comenzó a caminar. Miles de personas salieron a las calles, pacíficamente, a recordar que se debe poner fin a esa enfermedad del alma llamada racismo.
Los Gobiernos nacionales y locales hablaron, la gente se unió y marchó en paz, exigiendo igualdad y todo parecía caminar... PERO la prensa decidió, en España y Ecuador, violar uno de los derechos fundamentales de los menores, que es el de la privacidad.
Cámaras, periodistas y curiosos estuvieron en Barcelona listos para captar la imagen de la adolescente ecuatoriana cuando iba a declarar ante la justicia de la agresión que sufrió... ¿sabrían los ágiles de la prensa que mostrar su cara, sus rasgos, el nombre de los padres era una forma de violentar sus derechos, de agredirla otra vez?
En Ecuador la historia fue poco diferente, ya que la prensa identificó al barrio, al padre, a la vecina, a la comadre y al perro de la agredida, y sus derechos fueron rotos nuevamente.
Para ir más allá, en Ecuador, ciertos sectores de la prensa comenzaron a sugerir una vendetta criolla... como si se tratara de un carnaval donde todo vale.
Al parecer, la prensa no escucha, no ve ni oye los derechos de los niños y adolescentes.
Tres lecturas interesantes, una de Carlos Jijón, que hace una suerte de acto de contrición de todo lo actuado por la prensa http://www.hoy.com.ec/NoticiaNue.asp?row_id=280859
Un infaltable dominical de esta bitácora, César Ricaurte http://www.eluniverso.com/2007/10/28/0001/1237/3D9D8F6922E647FC8DB7EE52D0E7AD86.aspx
Y finalmente uno más, de Ana Angulo, que nos cuenta de otros casos de racismo, que pasan en la capital de Ecuador y que tampoco quieren ser vistos.
Una historia de terror, con neonazis criollos http://www.hoy.com.ec/NoticiaNue.asp?row_id=280857
A moverse contra el racismo!
La foto fue tomada del blog
http://www.emezeta.com/articulos/error-500-en-youtube
1 comentario:
Por algún lado leí que algo similar se decía sobre la publicación de la imagen y los datos del otro hombre presente en el video del metro. Aunque no es menor de edad (y desconozco si es imputable ante las leyes españoles), temía represalias por su inacción. Él también es un inmigrante latinoamericano.
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