Voy a ser necio e insistir en algo: la prensa ecuatoriana solo mira al ombligo y desenfoca.
Durante buena parte del fin de semana me pasé buscando algo sobre una propuesta del presidente Rafael Correa para que los inmigrantes retornemos al país http://www.presidencia.gov.ec/noticias.asp?noid=11421 pero no encontré nada, muy poco... como que el tema de la migración no existiera en un país que vive del petróleo, de los inmigrantes y de la exportación de camarones, banana y otros productos.
¿Acaso los ecuatorianos que vivimos fuera del país no existimos?, ¿La distancia les impide vernos?
Me pregunto ¿cómo lograra un familiar en Ecuador enterarse del plan del Gobierno para convencer a su padre, madre, herman@, hijo que regrese?
Busqué en la página de la presidencia de Ecuador http://www.presidencia.gov.ec y tampoco encontré mucho.
Desalentador y frustrante que la prensa no ponga ese tema en debate y se pregunte los cómos, los por qués, los para qués del plan del Gobierno, ¿es viable?. ¿es demagógico?
Para aumentar mi frustración volví a toparme con los temas cacareados de siempre: los riesgos de la Asamblea, la provincia 20.000 (insisto, siguen sin explicarme si es bueno o malo y a qué obedece esta tendencia) y que se siga defendiendo a petroleras, empresas de telecomunicaciones y las cosas de siempre.
Lamentable
Por cierto, la ilustración está tomada de http://www.ecuadormigrante.org
4 comentarios:
Mario,
Muy bueno el blog! no aflojes, Ines
Creo que hay dos tipos de inmigrantes: aquellos que salen de su país, aprenden e vuelven para dar la batalla contra la corriente, y los que se quedan permanentemente afuera, también aprenden y llevan a cabo, desde el exterior, pequeñas luchas.
Creo que este blog es tu pequeña lucha, hay que llevarla acordandose por que uno eligio estar donde esta.
besos.
Igual, Mario, gracias a blogs como el tuyo es bueno saber que no estamos locos los que a veces vemos los diarios en Ecuador y no entendemos qué guión siguen las agendas de los medios
Camarada, nunca emigré a ninguna parte y hacerlo me parece un acto de valentía profundo, tal vez por eso aún no me animo a cruzar la frontera con mi clan... de cualquier modo encuentro aún más valioso atreverse a mirar el terruño desde la distancia, con el ojo crítico de los que ven el bosque, pero con la nostalgia de los que añoran una imperfecta patria sudamericana. Ojo con la tristeza que nos marca a los conosureños de estos lados, que no se te contagie... aguante compa, Gabriela.
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